El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como peligrosas, amenazantes o desafiantes. Nuestro cuerpo entra en modo "lucha o huida" y activa una reacción química en el cuerpo que desencadena una serie de respuestas físicas, emocionales y mentales., liberando una cascada de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que nos preparan para enfrentar la amenaza (real o imaginaria) al aumentar nuestra energía y mejorar la capacidad de reaccion. Aunque el estrés es una parte normal de la vida, cuando es crónico o excesivo, puede tener efectos negativos tanto en nuestra salud como en nuestra apariencia.
Efectos negativos del estrés crónico en la salud:
Puede suprimir el sistema inmunológico, haciéndonos más susceptibles a enfermedades, puede afectar la digestión, causando problemas como acidez, úlceras y síndrome del intestino irritable, puede aumentar la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas, puede provocar insomnio o sueño interrumpido, lo que a su vez afecta nuestra energía y bienestar general.
El estrés no solo afecta cómo nos sentimos por dentro, sino que también puede tener un impacto visible en nuestra apariencia:
- El aumento de cortisol puede provocar un exceso de producción de sebo, lo que a menudo resulta en brotes de acné. Además, el estrés puede agravar condiciones como la psoriasis, el eczema y la rosácea.
- El estrés puede interrumpir el ciclo normal de crecimiento del cabello, llevando a una pérdida de cabello temporal o a largo plazo.
- La exposición prolongada al cortisol puede romper el colágeno de la piel, lo que resulta en arrugas y flacidez. Además, la falta de sueño y los malos hábitos alimenticios asociados con el estrés pueden acelerar el envejecimiento.
- El estrés puede afectar la calidad del sueño, lo que a menudo resulta en ojos cansados, ojeras y bolsas.
En el próximo blog te damos tips para que con el manejo adecuado del estrés cuides tu salud y tu belleza.