Cuidar la piel es una nota, pero lo más importante es entender qué tipo de piel tenés para que los productos realmente hagan su trabajo. Aquí te dejo una guía sencilla para armar tu rutina perfecta.
1. Piel grasa o mixta
Si tu piel parece una bola de disco a media mañana (brillando por todos lados) o si tenés la zona T grasosa pero las mejillas más secas, probablemente tengas piel grasa o mixta. La clave es controlar el exceso de sebo sin resecar.
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Rutina ideal:
- Limpia con un gel suave que no reseque.
- Aplica el sérum exfoliante (¡solo de noche!).
- Termina con un hidratante ligero. No le tengás miedo a hidratar; es súper importante, incluso si tenés piel grasa.
2. Piel seca
Si sentís que tu piel pide agüita todo el día y se ve opaca o tirante, es seca. Acá lo que necesitas es mucha hidratación y productos que restauren la barrera de la piel.
Rutina ideal:
- Usá un limpiador cremoso que sea gentil con tu piel.
- Aplica un sérum hidratante.
- Hidrata con una crema rica que selle todo ese amor en tu piel.
3. Piel sensible
Si tu piel reacciona a todo, desde el sol hasta el aire acondicionado, y está roja o irritada con facilidad, lo tuyo es piel sensible. Menos es más en este caso.
Rutina ideal:
- Limpia con un gel ultra suave y sin fragancia.
- Usa un sérum calmante con ingredientes como aloe o centella asiática.
- Hidrata con una crema calmante y usa protector solar mineral todos los días.
Sea cual sea tu tipo de piel, recuerda: la constancia es la clave, mija (o mijo 😜). Ajustá los productos a lo que realmente necesita tu piel, y si tenés dudas, consultanos que aquí estamos para ayudarte.
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